Café com o Sensei

Cafe con Sensei

17-abr-2013

Una reflexión sobre las tapas de las ollas


Tradução  Café con Sensei de 15 de abril de 2013: Andrés - São Paulo

Recibí un email de un alumno, después de un comentario que hice sobre artistas marciales que “escupen fuego”, caminan sobre láminas de espadas o cortan balas con una katana. Lo comenté porque en esta época de Internet y Youtube, aparecen muchas imágenes “interesantes”, o bizarras relacionadas al medio marcial, que generan dudas e interés en los practicantes.
Abajo siguen las impresiones de un alumno, que de cierta forma, transmite la misma línea de lo que yo pienso:


“Me parecieron muy interesantes los aspectos sobre prácticas que crean cierto alboroto, particularmente en la época de Internet y youtube, pero que no son bien vistas por los maestros. Esto parece generar cierta polémica y no pude dejar de pensar, onegai shimassu (con permiso).

Como Sensei habló sobre cierto dilema entre entrenar o no el Tameshi Giri (corte con espada) en la opinión de por lo menos un maestro, y la opinión de Sensei de que si debemos entrenar el corte real; me acordé de la historia de un alumno (según entendí del episodio sobre el cual leí hace mucho tiempo, pero no recuerdo donde) de Musashi Sensei que lo atacó de sorpresa, atendiendo a una instrucción del maestro para que entrenase el estar siempre alerta. En aquel momento, él estaba, según esta versión, en una cocina y los objetos más próximos eran tapas de ollas, las cuales habría usado magistralmente repeliendo el ataque del alumno. Este, sorprendido y fascinado con la situación inusitada, habría buscado “desarrollar” la técnica de usar las tales tapas, convencido que este sería un “camino superior”, ya que su espada fue derrotada por estas. Me acuerdo que esto fue interpretado como una distorsión que el alumno hizo a partir de esta situación. Las tapas de las ollas no son superiores a una espada; apenas eran el objeto disponible en las manos del maestro, especialista en captar el momento y usar lo que estaba a disposición, algo mucho más profundo que el debate vacío sobre la eficacia de estos objetos como instrumentos en un combate. Un ejemplo extremo de captar la realidad del aquí y el ahora, es también un ejemplo (al inverso) sobre cómo alguien puede confundir lo que es accesorio con lo que es principal (en el caso del alumno).

Pensé que no es esto lo que sucede con aquellas prácticas. El entrenamiento en el corte es una parte de un camino más amplio de lo que es el bushido. Cortar un objeto en situaciones espectaculares, hasta una bala de plástico como en aquel caso mencionado, no es un mal en sí, si esto se queda en el terreno de la curiosidad, tal vez sin una divulgación mayor, o quien sabe algo anexo adicionado al tema principal que es la práctica del budo, bajo los preceptos del bushido (a pesar de que tal vez sea una pérdida de tiempo). Hacer de esto un fin en sí puede colocar a alguien con tal habilidad, a pesar de que sea impresionante en una presentación, al mismo nivel del que llamaré como “maestro de las tapas de olla”.
Arigato por su atención.
Cadu (Unidad Brasilia)